A 200 kilómetros por hora a toda ostia, que no quiero enterarme de lo que pasa a mi alrededor, pero de repente aparece alguien que te dice que aflojes y cuando aflojas te das cuenta de las cosas y entonces te das cuentas de los pequeños detalles. Que detrás de esas copas hay un trofeo de baile, que está sonando mi canción favorita y que hoy es martes y trece.
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Con un te extraño es suficiente.